Fue. El pellizco entrecortaba la respiración.
Tu mejor coreografía, yo la inspiración.
Fue morbo puro en vena, aún duele la tensión…
qué poco nos falto.

Fue una batalla en carne viva, descontrol.
Dos cuerpos ya sin dueño bajo aquel calor.
Te arrancaría. Te comería el corazón.
Qué poco nos falto.

Fue para meternos en un lío, fue el sabor.
Bebernos a sorbitos chicos, tentación
de piel, de droga dura.
Tú el mar y yo la espuma.
Romper las olas… otra luna nos faltó.
Qué poco nos faltó.

Fue como ir desnudos por la calle, fue la sensación
de dos piezas que encajaban a la perfección.
Te arrancaría y te sorbería el corazón.
Qué poco nos falto.

Fue como meternos en un lío, fue demoledor.
¿A dónde lleva aquel camino que no se tomó?
Qué cobardes nos volvemos
para pedir por la boquita
las cositas que queremos… nos faltó.
Qué poco nos falto.

A veces vale ¿vale? Vale sólo con jugarse,
tantearse un rato, tontearse, barajarse…
Pero ¿dudarlo? Y si la duda viene… ¿Plantearlo?
Lanzarnos, arrojarnos, tirarnos, mandarlo todo al carajo.
Y ¿qué más da? Y ¿qué más da? Y es verdad que quema…
A la larga quema. Nos quema.
Qué poco nos faltó.